domingo, 30 de junio de 2013

Tomates

 




 ¿Os imagináis nuestra cocina sin tomates? Casi sería imposible hacer una gran cantidad de platos sin este producto pues hasta 1.540 no se conoció en Europa, al traerlos los españoles desde Méjico. Allí se le conocía como xitomatl, o fruto del ombligo.

 

 



 El tomate, Solanum lycopersicum, de la familia de las solanáceas, es una hortaliza o fruta, hay quien la considera una cosa u otra, de las más conocidas y consumidas en el mundo, se puede comer de muy diversas maneras: frito, cocido, hacer zumos y mermeladas, crudo, (destaquemos nuestro gazpacho que junto con la paella es uno de los platos señeros de nuestra cocina mediterránea).Pero si importante es en la cocina aún lo es más para nuestra salud, pues tiene una cantidad tan grande de beneficios que nuestro cuerpo, al consumirlo, seguro que mejorará de algunas dolencias.







Vamos a enumerar las propiedades más importantes:
  • Es una gran fuente de minerales: fósforo, hierro, calcio, magnesio, manganeso, zinc, sodio, potasio, cobre...
  • Potente antioxidante: contiene licopenos, un antioxidante que le da su característico color rojo, y según estudios recientes parece que ayuda en gran medida a prevenir el cáncer de próstata, pulmón, estómago, vejiga, mama y cuello de útero.
  • Reduce el colesterol y protege de problemas cardíacos. Su consumo regular favorece la circulación de la sangre ayudando a reducir estas anomalías.
  • Combate el estreñimiento: su alto contenido en fibra hace que sea un efectivo laxante, regulando las funciones intestinales.
  • Reduce la hipertensión y la retención de líquidos.
  • Al contener potasio es diurético, por lo que elimina las toxinas.
  • Rico en vitaminas A y C. La vitamina A ayuda a mejorar la visión.
  • Se le considera afrodisíaco.
  • Para la piel, ayuda a curar heridas, siendo un buen cicatrizante. Mantiene el pelo y la piel sanos.




Bien, aunque me quedan bastantes cosas por decir de todo lo que nos ofrece, creo que con estas que he comentado tenemos más que suficiente para empezar a consumir más tomates, ahora que lo tenemos en plena temporada están en su mejor momento; disfrutemos de su sabor y su buen hacer para nuestra salud, y ya sabemos: mucho gazpacho fresquito y tomates en ensalada.










lunes, 17 de junio de 2013

Yacimiento arqueológico de Baelo Claudia






Hoy me voy a apartar un poco de la regla que suelo seguir, normalmente me gusta informar sobre alguna planta o árbol y de lo que con su magnanimidad nos ofrecen, pero, como digo, en esta entrada os ofrezco imágenes de la visita que hice hace unos días a Baelo Claudia, o Bolonia, como la conocemos.

Es uno de los yacimientos arqueológicos más hermosos que he visto, pues aparte de su importancia histórica y cultural, _ que la tiene, y mucho_ puede que sea el enclave en el que se encuentra: a la orilla misma de la playa, en una hermosa bahía y una duna de arena blanca y brillante, y el verde de la exuberante vegetación que la rodea.

Este sitio tan hermoso está en nuestra comunidad, Andalucía, muy cerquita de Tarifa, otra ciudad con mucha historia y vida intensa de pescadores y practicantes de surfing. Os invito a visitarla, os sorprenderá, pasaréis una jornada estupenda disfrutando de la Naturaleza y viendo lo que ha llegado hasta nuestros días de esta ciudad que en su época sin duda fué muy hermosa.

 


 

 


 







  


 





¡¡Ah, y no olvidéis visitar el precioso ombú que allí se encuentra!!


 







lunes, 10 de junio de 2013

Carbón vegetal activado









Hace ya algún tiempo que quería hablar sobre el protagonista de nuestra entrada de hoy: el carbón vegetal activado. No sé si sabréis algo de él, pero yo no tuve conocimiento hasta que una homeópata me estuvo explicando sus grandes beneficios.

En primer lugar, este carbón no tiene nada que ver con el que, cuando éramos pequeños se usaba en nuestras casas para cocinar y para el brasero. Este que nos ocupa se obtiene principalmente de la cáscara del coco, después de un proceso especial de carbonización.
 



 


Está considerado como el mayor absorbente natural que existe y gran número de los problemas del aparato digestivo que padecemos los podemos mejorar notablemente con su ayuda. Se emplea para eliminar las bacterias, toxinas y gases nocivos para nuestro organismo, siendo un potente antiácido y depurativo.

Así pues enumeremos su uso en problemas como:
  • Calambres estomacales.
  • Ardores de estómago.
  • Gases.
  • Eructos.
  • Hinchazón abdominal.
  • Halitosis.
  • Diarreas.



 



También es un excelente antiveneno pues al tomarlo arrastra con él las toxinas evitando su paso a la sangre. Se presenta en cápsulas, perlas y polvo, siendo esta última presentación la más indicada. La forma de tomarlo es con abundante agua y fuera de las comidas, y no se le conocen contraindicaciones ni efectos secundarios, aunque no se debe estar mucho tiempo tomándolo o, al menos espaciarlo. En la actualidad se está investigando su eficacia en la desintoxicación del tabaco, alcohol o drogas.

 





domingo, 2 de junio de 2013

Día Mundial del Medio Ambiente








Fué creado por la ONU el día 15 de Diciembre de 1.972 y desde entonces se celebra el 15 de Junio. Se instituyó para sensibilizar a todo el mundo de los grandes problemas ambientales que cada vez con más intensidad padecemos. Durante toda la jornada se celebran conciertos, conferencias, festivales de música, se organizan actos en los colegios, se plantan árboles, se limpian nuestros bosques..., todo está bien con tal de concienciar, principalmente a nuestros políticos de que debemos empezar a cuidar sin falta nuestro planeta pues si seguimos por este mal camino la Tierra no conseguirá sobrevivir, así que pongámonos todos en acción y trabajemos y luchemos por un futuro más limpio, seguro y mejor.


Hoy mismo he recibido un correo de un compañero y sinceramente, no creo que por mucho que se hable sería más efectivo que este relato o cuento así que os lo transcribo, seguro que al igual que a mí os maravillará y reflexionaréis sobre él.





 En la cola del super, el cajero dice a una señora mayor que debería traer su propia bolsa de la compra porque las bolsas de plástico son dañinas para el medio ambiente.

La señora pide disculpas y explica: “ es que en mis tiempos no pensábamos en la ecología”.
El empleado le contesta: ese es el problema que tenemos ahora; la generación de ustedes no se preocupó de preservar el medio ambiente.

Tiene razón_ dijo la señora _, en aquellos tiempos no pensábamos en la ecología.
Por entonces las botellas de leche, de cerveza y de refrescos se devolvían a la tienda. La tienda las enviaba de nuevo a la fábrica, donde las lavaban y esterilizaban antes de llenarlas de nuevo, de manera que podían utilizar los mismos envases una y otra vez. Así las reciclaban de verdad. Pero es verdad, en aquellos tiempos no pensábamos en la ecología.

Subíamos y bajábamos escaleras, porque no había artefactos mecánicos en todos los comercios y oficinas. Íbamos andando a la tienda en lugar de usar el coche cada vez que teníamos que recorrer dos manzanas. Pero tiene usted razón: en aquellos tiempos no pensábamos en la ecología.

Entonces lavábamos y reutilizábamos los pañales de los bebés, porque no los había de un solo uso. Secábamos la ropa en tendederos, no en esas máquinas que consumen mucha energía para secar la ropa. Las energías solar y eólicas secaban nuestra ropa estupendamente.

Los niños usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos. Pero tiene usted razón: en aquellos tiempos no pensábamos en la ecología.

En aquel entonces teníamos un televisor o una radio en casa, no un televisor en cada habitación, y el televisor tenía una pantalla del tamaño de un pañuelo, ¿recuerdan?, no una pantalla del tamaño de un campo de fútbol.

En la cocina molíamos, batíamos y desmenuzábamos a mano, porque no había aparatos eléctricos que lo hicieran todo por nosotros. Cuando embalábamos algo frágil para enviarlo por correo usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no envoltorios de bolitas o burbujas de plástico.

Hacíamos ejercicio trabajando y no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre pistas mecánicas que funcionan con electricidad. Pero usted tiene razón: en aquellos tiempos no pensábamos en la ecología.

Cuando teníamos sed bebíamos en una fuente, en lugar de usar vasos y botellas de plástico cada vez que queríamos beber.

Recargábamos las estilográficas con tinta, en lugar de tirarlas y comprar otras nuevas. Y cambiábamos las hojas de afeitar en vez de tirar a la basura toda la maquinilla sólo porque la hoja ya no corta. Pero entonces no pensábamos en la ecología.

En aquellos tiempos la gente usaba el tranvía o el autobús, y los niños iban a la escuela en bicicleta o andando, en lugar de usar a su madre como un servicio de taxi disponible las 24 horas.

En cada habitación teníamos un enchufe, no una batería de enchufes para alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos ningún aparato electrónico que enviara señales de satélite a kilómetros de distancia para encontrar la pizzería más cercana.

Así que ¿no os parece lamentable que la generación actual critique lo estúpidos que éramos los viejos por no pensar en la ecología en nuestros tiempos?





 Todo esto lo he vivido yo, y no soy tan vieja. Y pienso que si en unos pocos años hemos conseguido esta degradación del planeta, qué será en unos pocos más.