martes, 25 de noviembre de 2014

Arrayán







No es más que el agua dormida
en el cuadro del estanque.
La velan mis ojos tristes.
La guardan los arrayanes.

Joaquín Romero Murube

 El arrayán, presente siempre en Andalucía; fueron los árabes los que dejaron el legado que encontramos por todos sus monumentos: Alhambra de Granada, Alcázar de Sevilla, Medina-Azahara en Córdoba, la Alcazaba de Málaga... está formando parte de los bellos jardines que embellecen estas maravillosas contrucciones, así los árabes hicieron de él un símbolo de sus jardines.









Este arbusto tiene su origen en el sur de Europa y norte de África, su nombre proviene de la voz árabe ar- Rayhhan que significa “el aromático” por ser muy oloroso cuando florece en primavera y en alusión al aceite que se obtiene de sus hojas y bayas: el mirtol; hace un par de siglos se preparaba la loción “agua Angélica” muy beneficiosa para la piel además en su amplia lista de usos para la salud encontramos que se utiliza para:

  • Infecciones pulmonares
  • Ayuda a evitar la caída del cabello. 
  • Combate resfriados y gripe. 
  • Baja la tensión arterial 
  • Antiséptico y antibiótico, sus propiedades se comparan con la penicilina. 
  • Digestivo y sedante. 
  • Ideal para tratar el acné y dermatosis. 
  • Alivia los espasmos menstruales.













Otro nombre que recibe es mirto ( myrtus communis) y sobre él circulan muchas leyendas siempre asociadas con alguna bella diosa. En la mitología griega se cuenta que Afrodita diosa del amor y la belleza tras surgir de la espuma del mar, para ocultar su desnudez se escondió tras un bosque de arrayanes y como regalo le concedió el suave aroma que desprende.









En el lenguaje de las plantas representa la pureza, paz y el verdadero amor por lo que era muy común que en la antigua Grecia las novias lo utilizasen en sus ramos y coronas.
Aquí en Sevilla en el Alcázar se puede disfrutar de ellos en los jardines que lo pueblan, Joaquín Romero Murube poeta y conservador durante muchos años del Alcázar escribió numerosos poemas inspirados en las plantas que forman parte de él, así he querido empezar y acabar con sus versos.





Sobre la rosa que al viento
 da su aroma con desmayo;
sobre el jazmín que en el aire
cuaja sus luceros blancos,
sobre el mirto y la celinda,
la alhucema y el naranjo,
sobre todos los aromas,
mujer, el tuyo en mis manos. 


Joaquín Romero Murube







Imágenes tomadas de Internet.


domingo, 16 de noviembre de 2014

La siega en el arte







La siega, una de las tareas más laboriosas de la agricultura pero a la vez más gratificante; tras la siembra, los cuidados, riegos... al final se recoge el fruto de tantos sudores y trabajos.

Es hermoso ver los campos dorados con las espigas rebosantes de granos meciéndose al aire, esperando ser cortadas para convertirse, en el molino, en harina, el polvo preciado con el que se hace el pan, principal alimento junto con el arroz de gran parte de la población mundial.

Y así no es de extrañar que esta actividad haya sido inspiración para grandes pintores, en sus cuadros han plasmado esos momentos de la recolección del cereal, pero como todo este trabajo también se ha modernizado, con la llegada de las máquinas todo es automático y así se ahorra tiempo y personas mas ahí están estas maravillosas pinturas para dejar constancia de cómo se segaba antiguamente.








Ya en Egipto unos 7.000 años a.c. se conocía la agricultura y en las fértiles orillas del Nilo cultivaban avena, cebada, trigo y sorgo.








En la Edad Media, 9 de cada 10 personas eran campesinos y trabajaban a las órdenes de los nobles o monasterios y aunque cultivaban enormes extensiones de terreno pasaban muchas penurias pues tenían que conformarse con lo que los señores les dejaban por lo que había grandes hambrunas en aquella época.


















 










Y como el trabajo era tan duro y agotador, intentaban hacerlo más llevadero cantando coplillas, unas graciosas, otras picantes o de amor, en fín así pasaban las horas de labor soportando los rigores del verano, que hasta ahora no he comentado la época de siega, de primeros de Junio hasta Agosto  plena canícula; coplillas como esta:











Imágenes sacadas de Internet.


martes, 11 de noviembre de 2014

Caqui, otro regalo del Otoño



 


El caqui, otra exquisita fruta de otoño que destaca no solo por ser una de las más dulces sino por su riqueza en minerales y vitaminas. También se la conoce como “palo santo” por dar los frutos preferentemente en el mes de Noviembre, mes de los santos.

Originario de China y Japón se ha extendido su cultivo a numerosos países entre ellos España, adonde llegó hacia la segunda mitad del siglo XIX. Normalmente lo consumimos tal cual, quizá porque no conocemos muchas formas de elaborarlos así que he buscado y realmente me he sorprendido al ver la cantidad de maneras de comerlos, no sólo en su estado natural así que aquí dejo algunas muy sencillas.









Crema de caquis



Un postre riquísimo que podemos elaborar es la crema de caquis. Para ello necesitaremos los siguientes ingredientes, cuatro caquis maduros, una rama de vainilla, dos cucharadas de azúcar, ralladura de naranja y dos cucharadas de zumo de limón.
Para la elaboración de la crema pelaremos los caquis y los batiremos para luego añadirles el resto de ingredientes, refrescarlos en la nevera y listos para tomar. Una receta sencilla pero exquisita.








Tarta de caquis



Para hacer la tarta de caquis necesitaremos los siguientes ingredientes: 350 gramos de harina, 250 gramos de mantequilla, 250 gramos de azúcar, la ralladura de un limón, un huevo, un bote pequeño de leche condensada, una clara a punto de nieve, tres caquis maduros y sal.
Primero mezclaremos la mantequilla con el azúcar, seguidamente le añadiremos el huevo, la ralladura del limón, la harina y una pizca de sal. Se mezcla todo y con la masa la extenderemos en un molde engrasado y lo meteremos al horno precalentado a 180 grados durante un cuarto de hora.
Para
preparar los caquis, los cortaremos en gajos y los colocaremos sobre la masa horneada, tras mezclar la leche condensada con la clara lentamente la añadiremos por encima de los gajos y la volveremos a introducir al horno hasta que quede dorada para sacarla, dejar enfriar y tendremos lista nuestra tarta de caquis. Para finalizar la receta la podemos decorar con azúcar glass por encima.









Curiosidades sobre el caqui


Su nombre era Diospyros, que proviene del griego (Dios = divino y Pyros = fruto), lo que hace alusión a lo sabrosos que son los frutos de algunas especies.
La denominación de caqui, procede de Kaki, que es el nombre japones de este fruto.
Además de su interés nutricional el caqui es muy apreciado como ornamental.
Por su semejanza, le han dado el nombre al color de las prendas militares usadas para el camuflaje.
La astringencia del fruto se debe a la presencia de taninos en la pulpa que van disminuyendo con la maduración.
Es ideal para la belleza de la piel y nos permite mantener el morenito veraniego durante más tiempo.
Es ideal para calmar los cólicos de los niños causados por tomar muchas chucherias.
La madera se utiliza para fabricar instrumentos musicales y en ebanistería.




Imágenes y recetas sacadas de Internet.