Curioso
árbol, ¿eh?, y magnífico, uno de los más espléndidos con que la
Madre Naturaleza nos ha podido obsequiar. Hay muchas curiosidades y
cosas interesantes para hablar sobre él, pero hoy me voy a centrar
en las leyendas, que hay muchas, que se cuentan en África, todas
hermosas. Y como tengo que decidirme por una de ellas pues elijo
ésta, que trata del castigo que le dieron los dioses por su vanidad.
Se
cuenta que hace muchos, muchos años, al principio de la vida, el
baobab era el árbol más espectacular sobre la Tierra; de hermosas
hojas verdes y brillantes, y unas flores de delicados colores y
agradable perfume.
Los
mismos dioses, maravillados de su hermosa creación le concedieron un
don, el de la longevidad, para que así se perpetuara su gran obra. A
partir de ahí creció sin parar, cada vez más alto, potente y
fuerte; ésto hizo que fuese imposible que el calor del sol llegara a
las demás plantas, impidiéndoles crecer y haciendo que el frío se
adueñase de todo.
El
baobab había adquirido tanta soberbia y vanidad que no le importó
en absoluto los problemas que estaba causando, y además retó a los
dioses diciéndoles que llegaría a alcanzarlos. Éstos, enfurecidos
con el árbol lo castigaron plantándolo al revés, dejando sus
preciosas hojas y flores bajo la tierra, y a esto se debe el curioso
aspecto que tiene actualmente; parece que las raíces, mirando al
cielo estén suplicando el perdón por su arrogancia.
Creo recordar, como curiosidad sobre este árbol, que es de hoja caduca, pero la pierde en verano, no en invierno, para protejerse de la excesiva evaporación por el extremo calor. ¿Es así? Saludos desde El Terrao.
ResponderEliminarCurioso árbol y leyenda.
ResponderEliminarIneresante y bonita leyenda.¡ Ojala! pudieramos aplicar ese castigo a algunos humanos,la vida sería más agradable.
ResponderEliminarsi eso sucediera este mundo seria el paraiso
EliminarYo creo que esta leyenda que nos cuentas.. así como muchas historias y fabulas, nos hacen reflexionar sobre nuestras propios sentimientos y emisiones, que en ocasiones no controlamos y son la causa... -incluso- de nuestras penas y desdichas. Mas que castigar a los que vemos hacer "el mal", debemos reflexionar introspectivamente, y pensar en lo que nosotros mismos provocamos.
ResponderEliminarAntes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa. -Proverbio chino
hermoso y muy buenos comentarios sobre todo ese proverbeio chino
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