Al igual que en
Andalucía tenemos nuestro “oro líquido”, nuestro simpar aceite
de oliva, en Marruecos también tienen el suyo; el oro líquido de
allí es el Argán. El aceite que de este árbol se
extrae es considerado el más caro del mundo y cada vez tiene más
adeptos en su uso y es más conocido por sus grandes virtudes.
El argán o arganero
(Argania spinosa) es de la familia de las sapotáceas, su nombre
deriva de la palabra berebere “arjân” y es endémico del
sudoeste y norte de Marruecos, lugar donde abunda mucho aunque en
Andalucía están comenzando a plantarlos.
Es muy antiguo, data
de la Era Terciaria y por su lento crecimiento puede llegar a los 200
años o más. Debido a la aridez de la zona donde crece se aprovecha
todo de él: su madera, para la construcción y como combustible; su
fruto, parecido a la aceituna pero algo más grande, se come crudo y
de sus semillas se extrae el aceite tan estimado.
Las mujeres
bereberes durante siglos lo han usado para cocinar pues les da mucho
sabor a sus platos y cómo no, en la cosmética, con él mantienen su
cuerpo ya que es una auténtica joya y las preserva de la dureza del
clima.
Tiene más ácidos
grasos que el aceite de oliva por lo que hidrata y nutre a la vez y
se recomienda en:
- Psoriasis.
- Enfermedades vasculares.
- Colesterol.
- Revitaliza el pelo y uñas, fortaleciéndolos y protegiéndolos.
- Facilita la digestión.
- Analgésico y antiinflamatorio en articulaciones y músculos.
- Señales dejadas por el acné, cicatrices y quemaduras.
Para terminar, se la
considera una especie “rara” y sus bosques están declarados
reserva de la biosfera por la Unesco, estando en la actualidad
protegidos.
En las fotos tiene un gran parecido al olivo, y parece ser que en las propiedades también.
ResponderEliminarLLama la atención las cabras encima de las ramas.
Interesantes las propiedades de este árbol.
ResponderEliminarEs bueno que nos preocupemos por proteger la naturaleza.