Fué creado por la
ONU el día 15 de Diciembre de 1.972 y desde entonces se celebra el
15 de Junio. Se instituyó para sensibilizar a todo el mundo de los
grandes problemas ambientales que cada vez con más intensidad
padecemos. Durante toda la jornada se celebran conciertos,
conferencias, festivales de música, se organizan actos en los
colegios, se plantan árboles, se limpian nuestros bosques..., todo
está bien con tal de concienciar, principalmente a nuestros
políticos de que debemos empezar a cuidar sin falta nuestro planeta
pues si seguimos por este mal camino la Tierra no conseguirá
sobrevivir, así que pongámonos todos en acción y trabajemos y
luchemos por un futuro más limpio, seguro y mejor.
Hoy mismo he
recibido un correo de un compañero y sinceramente, no creo que por
mucho que se hable sería más efectivo que este relato o cuento así
que os lo transcribo, seguro que al igual que a mí os maravillará y
reflexionaréis sobre él.
En la cola del
super, el cajero dice a una señora mayor que debería traer su
propia bolsa de la compra porque las bolsas de plástico son dañinas
para el medio ambiente.
La señora
pide disculpas y explica: “ es que en mis tiempos no pensábamos en
la ecología”.
El empleado le
contesta: ese es el problema que tenemos ahora; la generación de
ustedes no se preocupó de preservar el medio ambiente.
Tiene razón_
dijo la señora _, en aquellos tiempos no pensábamos en la ecología.
Por entonces
las botellas de leche, de cerveza y de refrescos se devolvían a la
tienda. La tienda las enviaba de nuevo a la fábrica, donde las
lavaban y esterilizaban antes de llenarlas de nuevo, de manera que
podían utilizar los mismos envases una y otra vez. Así las
reciclaban de verdad. Pero es verdad, en aquellos tiempos no
pensábamos en la ecología.
Subíamos y
bajábamos escaleras, porque no había artefactos mecánicos en todos
los comercios y oficinas. Íbamos andando a la tienda en lugar de
usar el coche cada vez que teníamos que recorrer dos manzanas. Pero
tiene usted razón: en aquellos tiempos no pensábamos en la
ecología.
Entonces
lavábamos y reutilizábamos los pañales de los bebés, porque no
los había de un solo uso. Secábamos la ropa en tendederos, no en
esas máquinas que consumen mucha energía para secar la ropa. Las
energías solar y eólicas secaban nuestra ropa estupendamente.
Los niños
usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos.
Pero tiene usted razón: en aquellos tiempos no pensábamos en la
ecología.
En aquel
entonces teníamos un televisor o una radio en casa, no un televisor
en cada habitación, y el televisor tenía una pantalla del tamaño
de un pañuelo, ¿recuerdan?, no una pantalla del tamaño de un campo
de fútbol.
En la cocina
molíamos, batíamos y desmenuzábamos a mano, porque no había
aparatos eléctricos que lo hicieran todo por nosotros. Cuando
embalábamos algo frágil para enviarlo por correo usábamos
periódicos arrugados para protegerlo, no envoltorios de bolitas o
burbujas de plástico.
Hacíamos
ejercicio trabajando y no necesitábamos ir a un gimnasio para correr
sobre pistas mecánicas que funcionan con electricidad. Pero usted
tiene razón: en aquellos tiempos no pensábamos en la ecología.
Cuando
teníamos sed bebíamos en una fuente, en lugar de usar vasos y
botellas de plástico cada vez que queríamos beber.
Recargábamos
las estilográficas con tinta, en lugar de tirarlas y comprar otras
nuevas. Y cambiábamos las hojas de afeitar en vez de tirar a la
basura toda la maquinilla sólo porque la hoja ya no corta. Pero
entonces no pensábamos en la ecología.
En aquellos
tiempos la gente usaba el tranvía o el autobús, y los niños iban a
la escuela en bicicleta o andando, en lugar de usar a su madre como
un servicio de taxi disponible las 24 horas.
En cada
habitación teníamos un enchufe, no una batería de enchufes para
alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos ningún
aparato electrónico que enviara señales de satélite a kilómetros
de distancia para encontrar la pizzería más cercana.
Así que ¿no
os parece lamentable que la generación actual critique lo estúpidos
que éramos los viejos por no pensar en la ecología en nuestros
tiempos?
Todo esto lo he
vivido yo, y no soy tan vieja. Y pienso que si en unos pocos años
hemos conseguido esta degradación del planeta, qué será en unos
pocos más.