domingo, 15 de julio de 2012

LAVANDA



 Lavanda: creo que casi todos ( los que tenemos cierta edad ), recordamos su perfume cuando de pequeños nuestra madre echaba una poquita en el brasero inundando la habitación con su aroma. Desde luego era mejor ambientador que los actuales, y en lugar de lavanda la conocíamos como alhucema, un bonito nombre de origen árabe; en otros lugares se la llama espliego o cantueso.

 


 Es muy habitual en nuestros jardines, y en el campo la podemos ver por los bordes de la carretera pues es típica de la zona mediterránea. Su nombre, Lavándula officinalis chaix, de la familia de las labiadas deriva del latín lavare ( lavar ), ya que fueron los romanos los que difundieron el aceite de lavanda en el agua de baño.

 


 Entre los usos caseros más curiosos están algunos como:
  • Ahuyenta los mosquitos.
  • Aromatiza la ropa.
  • Facilita el sueño: se meten hojas en una bolsita y se coloca debajo de la almohada.
  • Mata pulgas y parásitos de los animales: el aceite de esta planta se utiliza para eliminarlos.




Ahora vamos con las propiedades medicinales: aunque se sigue utilizando las preparaciones de uso interno, son las de uso externo las que más se utilizan en la actualidad, siendo el aceite de lavanda la base. Este se extrae destilando las flores y sirve para:
  • Dolores reumáticos: unas friegas con unas gotas de aceite ayuda a calmar el dolor.
  • Tortícolis: cuando nos duela el cuello y no lo podamos mover; desinflama las vértebras y permite el movimiento.
  • Dolores lumbares: con friegas de una infusión de flores de lavanda y romero se obtienen unos resultados espectaculares.
  • Dolores de cabeza, jaquecas o migrañas: unos masajes en las sienes con aceite esencial diluído en aceite de oliva ayuda a relajar la tensión y alivia el dolor.
  • Dolor de pies: se vierten unas gotas de aceite en un baño con agua caliente; disminuye el cansancio y dolor.
 



También es antiséptico, muy eficaz en las lesiones de la piel, ayuda a cicatrizar las heridas y cortes.
Como dije antes, aún se sigue utilizando para las enfermedades microbianas, y su uso interno se recomienda para:
  • Faringitis y laringitis.
  •  Enfermedades respiratorias como: bronquitis, gripe, resfriados: se deja reposar en un vaso de agua caliente una cucharada de flores secas, se cuela y se endulza con miel. Tomar bien caliente.




Tiene propiedades antiespasmódicas y sedantes reconocidas desde hace mucho tiempo. Los nervios en el estómago son causantes de malas digestiones, el uso de la lavanda ayuda a "asentar el estómago".




Por último decir que en Provenza, sur de Francia existen unas enormes plantaciones que cuando es la época de floración es todo un espectáculo ver los campos cubiertos de ese tono azulado tan característico. Y ni que decir de las colonias, perfumes y jabones que se elaboran con esta planta para nuestra belleza y salud corporal.



4 comentarios:

  1. Me encanta la lavanda.
    Tengo en casa un macetón; de vez en cuando corto unos tallos y los pongo en bolsitas dentro del ropero.
    ¡Qué bien huele!

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  2. Hola Marcapáginas, yo también tengo y hago lo mismo.Me encanta el olor que deja.

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  3. Yo tambien tengo una gran planta pero sin flores,es mi mayor fustración, me consuelo con el olor de sus ramas, pero no es lo mismo.
    Si me puedes orientar te lo agradezco.

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    1. Amiga resabipopu,espero que estés pasando un buen verano.Referente a la planta, te diré que cuando es pequeña necesita mucho sol y agua,pero cuando se hace más grande hay que regarla algo menos,pero siempre al sol y suelo arenoso y se poda cuando deje de florecer.Ya me contarás.

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