ORTIGA

 

Hoy me vais a permitir que os hable un poco sobre una “mala hierba”, aunque no sé hasta qué punto se la puede considerar así pues junto con otras que creemos perjudiciales, son muchos los beneficios que nos aportan y los cuales en la mayoría desconocemos.

Esta “mala hierba” es la ortiga; quién de pequeño no ha sufrido sus efectos al rozarse jugando o simplemente al pasar junto a ella, pues esta planta se encuentra prácticamente en todo el mundo, exceptuando las zonas más frías del planeta.

Como digo, está extendida por casi todos los continentes y hay muchas especies pero nosotros nos vamos a centrar en la ortiga verde o mayor y ortiga blanca o menor. Ortiga es el nombre común de las plantas del género Urtica y de la familia de las urticáceas. Se caracteriza por tener unos pelitos que liberan una sustancia ácida que produce escozor e inflamación en la piel.

La ortiga dioica o verde es la más conocida y la que nos interesa más al ser la que nos ofrece mayores favores. También se la conoce como “hierba de los ciegos”.

Ya los griegos tenían conocimiento de su poder curativo y la utilizaban para las infecciones, tos , artritis y para estimular el crecimiento del cabello. Hoy en día se conocen bastantes más propiedades, algunas de las cuales son:

• Es estimulante del aparato digestivo: la ortiga tiene la propiedad de hacer trabajar al páncreas, el estómago y la vesícula biliar, mejorando el funcionamiento general.
• Hemostática: detiene las hemorragias.
• Antiarterioesclerótica.
• Antidiabética: rebaja el nivel de azúcar en la sangre.
• Antianémica: por su alto contenido en hierro es ideal en la curación de la anemia.
• Galactógena: aumenta la cantidad de leche en las mujeres lactantes.
• Diurética: favorece la eliminación de líquido en el cuerpo. Es buena no sólo para la obesidad, también para el ácido úrico.
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  Asimismo va muy bien para el cuidado de la piel, hoy se hacen jabones que la dejan suave, elimina imperfecciones como granos, eczemas, acné.... hay champús naturales que combaten la caspa y seborrea con gran efectividad.
  
  
  
  

Decir que para uso interno se prepara una infusión añadiendo una cucharada de hojas secas y desmenuzadas a una taza de agua hirviendo. Se deja unos minutos, se filtra y se toman 2 o 3 tazas al día.

A algunas personas como a mí nos gustan mucho las infusiones pero hoy en día se presentan en cápsulas, pastillas, perlas, son más cómodas de utilizar y rápidas, pero como en todo cada uno tiene sus gustos.

Para terminar, se cree que la ortiga trae buena suerte, se la asocia con el planeta Marte y el deseo sexual. Se la ha utilizado para evitar problemas y vibraciones negativas. Se decía que un enfermo mejoraba si ponía debajo del colchón unas ramas de ortiga. De las fibras de sus tallos se tejía una tela llamada muselina, muy parecida al lino.

 

EL NARANJO

Las naranjas de mi huerto

cuajadas de flor están,

si los miras, verás nieve,

! pero sólo es azahar!

Con este alegre verso quiero comenzar hablando del que quizás sea el árbol más familiar aquí en Sevilla. Cuando llega la primavera toda la ciudad se llena del aroma de sus flores y con el buen tiempo celebramos nuestras Fiestas Mayores.

El naranjo, según se cuenta tuvo su origen en el sureste asiático aunque se empezó a cultivar en China. Muchas de sus variedades primitivas desaparecieron, otras han persistido hasta nuestros días.

Su nombre científico es Citrus Sineuris y su familia las rutáceas. Se cultiva como árbol ornamental y alimentario. Hay naranjos dulces y amargos.

La primera cita en España la hace Fray Isidoro de Sevilla, en sus Etimologías menciona las naranjas. En 1.565 los españoles llevaron esta fruta a América donde plantaron naranjos en la ciudad de San Agustín, en Florida y California. Actualmente es uno de los principales productores del mundo.

De éste árbol se utiliza para nuestro beneficio todo: sus hojas, flores y frutos. Las hojas en infusión para problemas nerviosos pues tienen propiedades tranquilizantes y sedantes, (una infusión durante 5 minutos de 2 hojas por taza).

La flor, llamada azahar procede del árabe az_zahr (flores). Con ellas se prepara el Agua de Azahar o Agua del Carmen, que se utiliza para facilitar el sueño, también en los desvanecimientos. Para los problemas estomacales, (6 flores por taza de agua y se deja reposar 5 minutos), úlceras, es carminativa pues expulsa los gases intestinales. También rebaja la fiebre.

No es muy conocido su uso como estimulante sexual, el Aceite Esencial de Naranjo para masajes relajantes elimina la tensión, por lo que puede considerarse una planta con propiedades afrodisíacas.

Y ahora vamos con su fruto, la naranja, probablemente la fruta más conocida y consumida; a quién no le gusta el zumo dulce y jugoso de ella. Al ser muy rica en vitamina C, si la tomamos con asiduidad hará que los resfriados sean más leves y de menor duración. Si tomamos una naranja al día nos garantizamos al menos la mitad de la dosis diaria recomendada.

Es antioxidante, y previene numerosas enfermedades degenerativas. Es capaz de regular las funciones estomacales, evitando muchas anomalías como gastritis y úlceras duodenales. También tomándola como alimento exclusivo entre comidas ayuda al hígado. Va bien para el estreñimiento, gota o artritis.

En medicina naturista se recomienda comerlas chupando los gajos, sin ingerir los hollejos, que son indigestos y flatulentos.

Y para terminar os doy un refresco para el verano, que por su frescura os ayudará a soportar las altas temperaturas que se nos avecinan: se mezcla el zumo de 5 naranjas con azúcar moreno, la ralladura de la piel de ½ naranja y 1 vaso de agua fresca. Se tamiza y se sirve con trocitos de piña.

ECHINACEA

Hace unos días hablando con Pilar, una amiga bloguera (os doy su dirección para que visitéis su blog de cocina que es sencillo y ameno) me comentó que hablase sobre la echinacea y aunque tenía pensado hacer otra entrada, voy a hacerle caso y os contaré algunas cosas sobre esta planta. Pero antes como os he dicho os doy la dirección del blog de Pilar: lamaisondugout.blogspot.com.es

Y vamos a entrar en materia: ahora que estamos empezando el verano parece que quedan lejos los resfriados que hemos padecido durante el invierno, pero ya llegarán de nuevo, ya, y nuestro organismo volverá a verse amenazado por bacterias y virus que nos volverán a provocar gripes y resfriados con el consiguiente decaimiento general.

Si desde principios de otoño comenzamos a tomarla, no sólo serán más leves los constipados sino que incluso podríamos evitarlos.

Primero vamos a informarnos un poco sobre ella: con el nombre de echinacea se conocen al menos 9 especies de plantas, la más conocida es echinacea angustifolia. Procede del griego echino, que significa espinoso. Son nativas del este de Norteamérica.

Era usada por los indios americanos que la consideraban sagrada por sus propiedades curativas. Ellos la utilizaban para curar heridas de flechas y picaduras de serpientes.

De ella se aprovecha la raíz, las hojas y las flores. Cuando aparecieron los primeros antibióticos su uso decayó pero en los años 70 vuelve a ocupar un lugar importante gracias al interés de las personas por buscar una solución natural.

En la actualidad sabemos que estimula nuestro sistema inmunológico y así nuestro cuerpo combate mejor las infecciones.

Entre otros muchos beneficios detallaremos éstos:

• Ayuda a recuperarse de los resfriados.
• Es cicatrizante.
• Actúa sobre la faringitis, rinitis, sinusitis y bronquitis.
• También en el herpes labial.
• Para las infecciones de vagina y aparato urinario.
• Síndrome de fatiga crónica.
• Astenia primaveral.
• Llagas en la boca.

En resumen, es recomendable para todas las infecciones pues es uno de los mejores antibióticos naturales.

Se puede tomar en ampollas, pastillas, cápsulas, infusión. Yo la tomo en infusión: en un vaso echo una cucharadita de la planta, vierto agua hervida y dejo reposar unos minutos, la cuelo y lista. Suelo tomar 3 tazas al día cuando noto que puedo resfriarme.

Desde hace poco tiempo hay una nueva presentación, echinacea y propóleo, sé que va muy bien para los críos, pero otro día hablaré del propóleo que aunque no es una planta, es una sustancia natural elaborada por las abejas procedente del polen que recogen.