¿Os gusta el
chicle? Creo que a casi todos, y seguro que lo mascamos con
asiduidad. Hoy os voy a contar algunas curiosidades sobre él, pero
antes sepamos que su nombre es Manilkara zapota, o
Chicozapote. Es muy apreciado en Méjico donde los mayas ya
lo utilizaban antes de la llegada de los españoles por sus
propiedades curativas, higiénicas, para hacer velas, su madera.., en
fín, es un árbol muy aprovechable. Su fruto, zapote,
es muy jugoso y de un sabor exquisito; con él se fabrican mermeladas
y jarabes.
De su corteza se
extrae el látex, ésta es la materia prima para la elaboración de
la goma de mascar o chicle, como lo conocemos.
Y vamos con las
curiosidades:
Turquía es el país
con mayor número de fabricantes de chicle, con más de 60 empresas
dedicadas a esta labor.
EE.UU. es el mayor
consumidor, le siguen Méjico y Argentina.
Hay una leyenda
urbana que dice que se tarda 7 años en digerir un chicle. Es falso,
nuestro cuerpo lo elimina sin problemas.
En Singapur estuvo
prohibido comer chicle hasta 2.004; ahora se puede, pero con receta y
sin azúcar.
Durante la II Guerra
Mundial era una práctica muy común en los soldados, fué traída a
Europa por los norteamericanos. El mascar chicle les ayudaba a
controlar la ansiedad.