Cuando voy a la
sierra, pues vivo a una distancia relativa de la Sierra Norte de
Sevilla, Sierra de Aracena y la sierra de Cádiz siempre que veo los
madroños recuerdo cómo se hacían en mi casa en aguardiente,
aparte de otros como castañas, guindas, uvas..., y como ahora es el
tiempo de su recolección voy a contar algunas cosas sobre él.
Su nombre científico
es Arbutus Unedo. El nombre Arbutus significa “arbolillo” y Unedo
“comer sólo uno”. También se le conoce como Madroñera,
Albornio, Borrachín, Naranjuelo, Albrocera, Alborzo, Albedro, árbol
de las fresas y algunos nombres más. Pertenece a la familia de las
Ericáceas.
Es un arbusto que se
puede convertir en árbol y llegar hasta los 10 metros de altura, de
hoja perenne. Oriundo de la zona mediterránea y el continente
europeo. Se recogen sus frutos en Noviembre y Diciembre.
Es de los árboles
que más utilización tiene pues se aprovecha de él la corteza, las
hojas y sus frutos; éstos hay que comerlos bien maduros, no más de
unos cuantos al día (de ahí su nombre) y además pueden llegar a
emborrachar y producir dolor de cabeza.
Tiene muchas
propiedades conocidas desde hace siglos, entre ellas:
- Astringente.
- Antiséptico.
- Antiinflamatorio.
- Depurativo de la sangre.
- Antioxidante.
- Anticancerígeno.
Las hojas y corteza
se usan para combatir las infecciones urinarias, cistitis, cálculos
y cólicos renales.
Entre sus
componentes químicos están los taninos que son “unas sustancias
polifenólicas presentes en gran número de plantas”. Su
característica común es la de ser astringente.
Vitamina P: es un
bioflavonoide ligado a la vitamina C. Potencia la acción de ésta
vitamina.
Aunque es un árbol
que abunda en nuestro país es curioso que no se consuma mucho.
Esperemos que se vaya haciendo más conocido y podamos saborear sus
futos.
Precioso el madroño.
ResponderEliminarLos he probado cómo lo preparan en la Sierra Norte.
Gracias compañera por el ramo de flores tan lindo con que nos obsequias al visitar tu blog.
ResponderEliminarCompañera Marcapáginas gracias por tus comentarios siempre tan agradables de leer, me place que te guste. En cuanto al ramo, no sólo eso, os merecéis mucho más por vuestra amistad y ánimo que me dáis.
ResponderEliminarSe ven preciosos los madroños, por aqui también hay muchos. Besitos.
ResponderEliminarGracias Teresa, me alegro que te guste. Hoy precisamente he estado en la sierra de Aracena y he cogido algunos madroños y castañas, están riquísimos y la sierra preciosa.
ResponderEliminarEsto me recuerda cuando pasabamos para el campo, en el camino había un madroño que gran parte del arbol caía al paso junto con las sarzas y moras silvestre, en el canasto lo echábamos todo, y estaban riquísimos. Ahora sólo hay casas. Una entrada muy bonita e instructiva.
ResponderEliminarEs una lástima que se estén perdiendo tantos campos y árboles.Ojalá nos concienciemos todos y preservemos lo que queda de naturaleza.Muchas gracias Nuni.
ResponderEliminarUna entrada preciosa y de la que se aprende muchas cosas. Gracias.
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