La siega, una de las
tareas más laboriosas de la agricultura pero a la vez más
gratificante; tras la siembra, los cuidados, riegos... al final se
recoge el fruto de tantos sudores y trabajos.
Es hermoso ver los
campos dorados con las espigas rebosantes de granos meciéndose al
aire, esperando ser cortadas para convertirse, en el molino, en
harina, el polvo preciado con el que se hace el pan, principal
alimento junto con el arroz de gran parte de la población mundial.
Y así no es de
extrañar que esta actividad haya sido inspiración para grandes
pintores, en sus cuadros han plasmado esos momentos de la recolección
del cereal, pero como todo este trabajo también se ha modernizado,
con la llegada de las máquinas todo es automático y así se ahorra
tiempo y personas mas ahí están estas maravillosas pinturas para
dejar constancia de cómo se segaba antiguamente.
Ya en Egipto unos 7.000 años a.c. se conocía la agricultura y en las fértiles orillas del Nilo cultivaban avena, cebada, trigo y sorgo.
En la Edad Media, 9 de cada 10 personas eran campesinos y trabajaban a las órdenes de los nobles o monasterios y aunque cultivaban enormes extensiones de terreno pasaban muchas penurias pues tenían que conformarse con lo que los señores les dejaban por lo que había grandes hambrunas en aquella época.
Y como el trabajo era tan duro y agotador, intentaban hacerlo más llevadero cantando coplillas, unas graciosas, otras picantes o de amor, en fín así pasaban las horas de labor soportando los rigores del verano, que hasta ahora no he comentado la época de siega, de primeros de Junio hasta Agosto plena canícula; coplillas como esta:
Imágenes sacadas de Internet.
¡ Preciosos ! todos me gustan. Besos.
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