Nos acercamos a la
Navidad, dentro de no muchos días estaremos inmersos en estas fechas
de celebración, compras, reuniones con familiares y amigos,
comidas...
Hay una serie de
plantas propias de estas fechas que se utilizan para adornar como son
el abeto, la flor de Pascua, muérdago, acebo... Me gustaría hacer
una entrada de cada una de ellas así que voy a empezar por ésta
última; aparte de que es un arbolillo que gusta mucho por su
belleza, también le tengo un afecto especial, lo siento más cercano
a mí pues uno de mis apellidos es Acebo, siempre me ha parecido
bonito, originario de Galicia.
He intentado a
menudo hacerme con esta planta pero nunca ha llegado a buen término,
siempre se ha secado, y no será porque no ponga empeño en cuidarla.
Pero bueno, espero que ahora en estas fechas la encuentre de nuevo,
la compraré y lo volveré a intentar.
El acebo, Ilex
aquifolium es un bonito arbusto que llama la atención por
sus bellos colores: verde brillante en las hojas y rojo intenso en
sus bayas, los colores de la vida y la Naturaleza. A pesar de que no
tiene un gran porte es muy importante para la alimentación de buen
número de pájaros en invierno, al no haber mucha comida encuentran
en este árbol el sustento necesario. Se encuentran principalmente en
los bosques de hayas y robles, aunque como son árboles muy antiguos,
antes de las glaciaciones ocupaban toda Europa, cuando este
continente tenía un clima cálido.
Ya en la época
romana era muy utilizado, lo llamaban Tinne que viene a
traducirse como “el guardián de la sabiduría
en la época oscura del año”. Desde luego es impresionante
la capacidad que tenían para reducir en una sola palabra tanto
significado.
Éstos decoraban la
entrada de sus casas con guirnaldas hechas de acebo durante la fiesta
de Saturnalia, a mediados de invierno.
También entre los
celtas lo tenían en mucha estima, para ellos era un árbol sagrado
que utilizaban en el Solsticio de Invierno (22 de Diciembre) para
atraer suerte y prosperidad. Hay una antigua leyenda celta “El
Rey Roble y el Rey Acebo”que se representaba al principio
del invierno. Ésta narra cómo el Rey Roble reinaba sobre la mitad
luminosa, cálida y alegre del año, cuando están en todo su
esplendor, con sus hojas verdes y llenos de flores y frutos, y cómo
el Rey Acebo reinaba sobre la parte oscura y más fría del año;
cuando el Rey Roble perdía las hojas y el Acebo mantenía el verde y
brillo de sus hojas y se llenaba de rojas y hermosa bayas.
En algunos países
del centro de Europa se le conoce como “el árbol de los
sátiros” ya que pensaban que alejaba a los malos espíritus
y otros gnomos malos. Por ello, siempre plantaban uno cerca de la
casa.
Antes de terminar
quiero decir que el Acebo es un árbol protegido, por estar en
peligro de extinción, precisamente por haber abusado. Cuidemos todas
las plantas, ellas nos lo agradecerán regalándonos sus mejores
frutos.
Me encanta este arbusto.
ResponderEliminarLa forma de la hoja es preciosa.
Alguna vez he comprado alguno en maceta, pero se ha secado.
Al final los tengo artificiales, quedan muy bonitos y decoran bastante.
Yo también opté en Navidad por ponerlos artificiales, pero como lo natural no hay nada.Como digo en la entrada espero lograrme algún día con uno.
ResponderEliminarUn magnifico despliegue de información e imagenes, apenas conocía esta planta a parte de ser un adorno de Navidad. Ahora gracias a ti, además de conocerla mucho mejor también le he tomado un poco de cariño.
ResponderEliminarLa verdad es que el tema de las plantas me apasiona y me gusta tratarlas con afecto como seres vivos que son. Tengo un huerto ecológico y un pequeño jardín, el último árbol que hemos plantado ha sido un plumaria que ha florecido por primera vez.
Encanta de haber encontrado un jardín tan delicioso.
He encontrado un bello lugar donde recrearme. A mí también me gusta la naturaleza y todo lo que ella nos ofrece. será un placer visitar este jardín virtual. Unb abrazo amigo.
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